Sistema inmunológico, defensas y nutrición equilibrada.
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La pandemia del coronavirus COVID-19 nos genera día tras día un profundo replanteamiento en torno a acciones absolutamente cotidianas, que van desde la higiene de manos hasta el cuidado personal, afectando lamentablemente incluso a la manera en la que nos relacionamos socialmente. Cuestiones que hasta ahora ni siquiera nos habíamos planteado, y que ahora adquieren un protagonismo casi inevitable.
Entre dichas cuestiones, destaca el apartado nutritivo, asociándose directamente al bienestar y al fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico. Según los expertos, la alimentación es, junto con el desarrollo constante y adaptado de la actividad física, una pieza clave dentro de los hábitos de vida saludables. Alimentarnos de manera sana y equilibrada, incorporando alimentos naturales ricos en nutrientes, ayuda a mejorar nuestras defensas frente a distintas adversidades que afectan a nuestra salud y bienestar.
Aportar la dosis diaria recomendada de cada vitamina ayuda a nuestro organismo a mantenerse fuerte y activo, ya que cada una de ellas desempeña una importante labor en nuestro metabolismo. Las vitaminas, del latín “vita” (“vida”), son sustancias orgánicas que ingerimos a través de alimentos y complementos alimenticios. Concretamente, el aloe vera destaca por su contenido vitaminas liposolubles, como la A y E, y vitaminas hidrosolubles como la B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), o la vitamina C. Dichas vitaminas facilitan la transformación de los alimentos en energía, actúan como antioxidantes naturales, y ayudan al correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso y nuestro sistema cardiovascular.
Además, el aloe vera cuenta con la presencia de 19 de los 20 aminoácidos esenciales, acompañados por minerales como el hierro, el sodio, el calcio, el fósforo, el potasio, el margnesio, el manganeso, el cobre, el cromo o el cinc. Un jugo de aloe vera de calidad aporta altos niveles de acemanano o aloverosa, un polisacárido asociado a la mejora de nuestras defensas, fortaleciendo el sistema inmunológico frente a determinados virus, bacterias y parásitos, ya que potencia la fabricación de citocinas, proteínas que coordinan la respuesta inmune de nuestro organismo.